Sunday, January 14, 2007

BREU. Acercamiento del cometa McNaught al Sol


El 7 de agosto del 2006 fue descubierto el cometa McNaught por el astrónomo australiano R. H. McNaught, ahora está a punto de alcanzar su máximo acercamiento al Sol, la órbita del cometa lo llevará a sólo 25.4 millones de kilómetros de éste, mucho más cercano que el planeta Mercurio. El cometa McNaught, originalmente estimado con un brillo cercano a la tercera o cuarta magnitud, semejante a las estrellas del cinturón de la constelación de Orión, ha incrementado su brillo súbitamente al grado de ser perfectamente visible a simple vista. Desaparecerá el sábado 13 de enero, del cielo del hemisferio Norte para reaparecer unos días después, posiblemente más brillante todavía, en el hemisferio Sur.

El pasado viernes se pudo ver, aunque solo en lugares despejados, muy bajo sobre el horizonte una vez que se haya puesto totalmente el Sol. Los astrónomos alertan sobre el peligro que supone intentar verlo antes mirando hacia el Sol a simple vista o con instrumentos. El cometa es visible como un punto nebuloso pudiéndose apreciar perfectamente una cola de gas. Algunos nuevos cálculos sugieren que podría llegar a alcanzar un brillo muy superior al del planeta Venus. Venus alcanza un brillo máximo de -4.3. Algunos astrónomos predicen que McNaught podría llegar a magnitud -8.8 (mientras mayor es el número negativo, mayor es el brillo).

El cometa está considerado ya el más brillante de los últimos 30 años y de los cuatro más brillantes desde 1935. A partir del día 13 y durante cuatro días será el satélite europeo Soho (Observatorio Solar y Heliosférico) su observador privilegiado. “Puede verse el cometa más brillante de los observados por Soho”, comentó Bernhard Fleck, director científico de este satélite de la ESA que está situado permanentemente en un punto entre la Tierra y el Sol. Las imágenes se pueden ver en la dirección de Internet: soho.esac.esa.int/hots-hots/ .

http://weblogs.madrimasd.org/astrofisica/archive/2007/01/08/56773.aspx

http://www.astroseti.org/noticia_2690_El_cometa_McNaught__sobre_Catalunya.htm

http://teleobjetivo.monteagudo.net/archives/2007/01/09/el-cometa-mcnaught/

http://antwrp.gsfc.nasa.gov/apod/ap070109.html

http://elpais.com

http://www.elsiglodetorreon.com.mx/start/254850.surca-el-cielo-el-cometa-mcnaught.siglo

http://en.wikipedia.org/wiki/Comet_McNaught

http://www.space.com/spacewatch/070104_comet_mcnaught.html

Saturday, January 13, 2007

Recuerdos para no olvidar

Recuerdos para no olvidar

Era un frío atardecer, la estación olía a humedad, y la tierra fresca desprendía un fuerte aroma a pino.
En plena inhalación afloraban en mi mente recuerdos e historias, de las cuales, solo podía acordarme de pequeñas sensaciones y sentimientos, que me trasladaban al pasado.
Se que las baldosas grises, desgastadas y agrietadas por los años y en ese momento, mojadas por la lluvia, me contaban los momentos vividos en el Puente de Carlos en Praga, viniéndome a la cabeza largos paseos y paradas en medio de la multitud, solo para ver el orto y su reflejo en el río Vltava. Para mí el Sol brillaba como nunca lo había hecho, y sus rayos se expandían por toda la superficie horizontal del agua y más allá se reflejaban en los ventanales de cristal de los edificios antiguos de la ciudad.
También se que la espesa niebla, que cubría gran parte de las casas más altas de la estación, era la misma que tapaba las calles de Whitby, un pequeño pueblo pesquero en la costa norte de Inglaterra. Allí viví la escena más escalofriante de mi vida. Subí por un estrecho paso hecho de piedras mal encajadas, de color amarillo y recubiertas de hierbajos, hasta que finalmente, a media hora del pueblo, llegué a una iglesia construida en un siglo, tan antiguo, del cual no puedo acordarme. Alrededor habían centenares, o quizás miles, de lápidas con inscripciones, tan desgastadas, que era imposible su interpretación. La famosa niebla llegaba hasta la mitad de éstas dificultando, aún más, la visibilidad de las lápidas más lejanas, aunque dejaba claro dónde acababa el cementerio y dónde empezaba el acantilado cuyas vistas me recordaban a las de Delft de Vermeer.
Seguía andando y respirando el fresco aroma de la estación cuando de repente vi a un hombre con gabardina gris y un sombrero, al estilo de Humphrey Bogart, del mismo color; su mirada se hundía en la mía fría y penetrante, entonces me recordó a la lectura que hice en quinto curso de Momo y éste me trasladó a mi infancia más inocente consumida por los años de adolescencia.

Urgències

Urgències

Les portes automàtiques es van obrir i vaig entrar dins la sala amb pas lleuger. Al fons hi havien unes escales que et portaven directament als pisos superiors, a la esquerra hi vaig veure una porta, no massa gran, de color gris que amenaçava a clausura, al costat hi havia un rètol que deia: “Radiologia”. A la dreta hi vaig veure una claror esgarrifant i hi deia: “Centre de salut mental”.
La sala era buida, només el recepcionista que em mirava amb cara de curiositat, els seus ulls s’aixecaven regularment per sobre el taulell. En una sala il·luminada a la que no tenia accés s’hi escoltaven veus de metges, homes i dones, portes quatre o cinc, parlaven del cap de setmana. Després d’uns deu minuts de conversa van començar a sortir un per un fent veure que tenien alguna cosa per fer, només per excusar-se a ells mateixos. De sobte aparegué una dona amb el cabell vermell, semblant al monstre de les galetes, anava caminant amb un llibre a la mà i un bolígraf a l’altre, potser no era una novel·la, potser era un quadern de Sudokus, en aquest cas, no hauria trencat la dinàmica de grup de “professionals”. Deu minuts més tard una dona sortí d’una de les consultes, semblava amargada.
Cinc minuts més tard i sense senyals de vida, va aparèixer un metge: ens feien fora, potser és que tenien una conversa massa privada, necessitaven intimitat i la meva germana i jo érem un obstacle per les seves vides estressades.
Eren les 24:15h de la matinada i allò seguia sent un hospital fantasma.

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